Menorca
Historia de Menorca
Menorca es la isla más oriental y septentrional de las Islas Baleares, la más cercana a Cataluña en el territorio peninsular. Es la segunda en extensión y tercera en población del archipiélago. Su nombre proviene del latín Minorica, debido a que los romanos así la denominaron por ser menor que la isla de Mallorca.
Fue declarada Reserva de Biosfera el 8 de octubre de 1993 por la Unesco. Menorca tiene una población de poco más de 90 mil habitantes por lo que es la isla menos poblada de las tres grandes de Baleares, tras Mallorca e Ibiza.
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Las primeras civilizaciones
A una primera etapa de civilización primitiva, que se le supone venida de la península, siguió otra muy brillante durante la Edad del Bronce, conocida como talayótica, caracterizada por construcciones megalíticas similares a las de Mallorca, Cerdeña o Malta, si bien con algunos elementos originales como son las taulas.
A las visitas de fenicios a la que llamaban Nura (Tierra de Fuego) y griegos focenses quienes la llamaban Meloussa (lugar de ganado), de forma pacífica para establecer vínculos comerciales siguió la de los cartagineses con distinta actitud. Desembarcaron a las órdenes de Magón, hermano de Aníbal y reclutaron a la fuerza a los hábiles honderos baleares, que fueron protagonistas destacados durante las Guerras Púnicas. Los cartagineses fundaron, en el siglo VII a.C. los enclaves de Jamma, actual Ciudadela, y Magon, Mahón. La cultura talayótica perduraría en Menorca más allá de que Quinto Cecilio Metelo quien conquistó la isla para la República romana en el año 123 a. C. junto con el resto de las Baleares.
En el año 427 la isla vivió la conquista de los vándalos. Más tarde se convirtió en territorio bizantino a la caída del reino vándalo, conquistada por Belisario. Durante los dos siglos siguientes la isla fue atacada por normandos y árabes.
La Menorca musulmana
Los musulmanes se asentaron definitivamente en Menorca sobre el año 903, cuando la isla fue conquistada y unida al Califato de Córdoba. La islamización de la isla fue intensa puesto que bajo el nombre de Al-manurqa, Menorca estuvo bajo dominio árabe casi 400 años (siglos X, XI, XII y XIII).
En 1232, tres años después de la conquista de Mallorca por Jaime I el Conquistador, rey de la Corona de Aragón, la Menorca musulmana se hizo vasalla de ésta, permaneciendo con una importante autonomía medio siglo más, mientras el resto de las Baleares ya formaban parte del Reino de Mallorca. No fue hasta 1287 cuando Menorca dejó de ser islámica para pasar a formar parte del Reino de Mallorca.
Menorca y la reconquista cristiana
Menorca fue conquistada por Alfonso III de Aragón el 17 de enero de 1287, festividad de San Antón,«Diada» de Menorca. Según el cronista de la época Ramon Muntaner, se procedió a la deportación y venta como esclavos de los musulmanes que residían en la isla y se repobló con colonos catalanes, igual que el resto de las Baleares. Sin embargo, hay historiadores contemporáneos que defienden que esta repoblación no fue tal, ya que el número de colonos que se instalaron en la isla fueron muy inferiores en número a la población que permaneció y que, en todo caso, fueron reabsorbidos por la misma. El sucesor de Alfonso III, Jaime II el Justo, le cede Menorca a Jaime II de Mallorca tras el tratado de Anagni (1295), así la isla pasó a formar parte del Reino de Mallorca. Pero en 1343, Pedro el Ceremonioso arrebata Menorca a Jaime III de Mallorca y poco después todo el Reino de Mallorca será anexionado finalmente a la Corona de Aragón.
Menorca y la Corona de Aragón
La Menorca de la Corona de Aragón se benefició del esplendor marítimo y comercial de la Corona, pero a partir de finales del siglo XIV, la isla experimenta un drástico proceso de despoblación y decadencia económica. Este proceso alcanzó cotas alarmantes en los siglos XV y XVI, debido a las luchas sociales entre el campesinado y la aristocracia, similares y coetáneas a las Germanías del Reino de Valencia y de Mallorca o a las de la revuelta catalana contra Juan II. También influyeron los ataques otomanos, que saquearon y destruyeron Maó y la entonces capital Ciudadela por parte de Barbarroja, lo que amenazó con la despoblación casi absoluta de la isla.
Menorca y la Guerra de Sucesión española
Durante la Guerra de Sucesión española de principios de 1700, la isla se decantó por el Archiduque Carlos de Austria al igual que el resto de los territorios de la Corona de Aragón, y en contra de Felipe V.
Una vez perdida la guerra definitivamente por parte de la Corona de Aragón con la caída de Barcelona en 1714, el Reino de Mallorca, al igual que el Principado de Catalunya y los Reinos de Valencia y Aragón, perdieron sus instituciones y sus lenguas fueron prohibidas (el catalán y el aragonés) y bajo el Decreto de Nueva Planta de 1716 se impusieron las leyes de Castilla y su lengua, el castellano, a toda la Corona de Aragón.
Pero cabe mencionar el caso particular de Menorca, que quedó en manos inglesas, al igual que Gibraltar, y no fue devuelta a la Corona española hasta el 1802. Hasta entonces, la pequeña Menorca era el único reducto de la Corona de Aragón donde todavía seguían funcionando sus instituciones tuteladas por los británicos y el catalán no había sido prohibido. Pero una vez devuelta a la Corona española también se impuso el Decreto de Nueva Planta.
Tras casi dos siglos de la pérdida de sus instituciones y de proceso de castellanización de la isla, la “Renaixença” catalana dio un impulso también a las Baleares para impulsar la recuperación de su identidad propia. Y de hecho fue el religioso mallorquín Antoni Maria Alcover quien a principios del siglo XX empieza con la creación de su ambicioso diccionario catalán-valenciano-balear. Alcover, con la ayuda de Francesc de Borja, se recorrió todos los territorios de esta habla para crear un diccionario que recogiera todos los significados y dialectología en esta lengua latina.
La Menorca británica
Invadida por los británicos en 1708 durante la Guerra de Sucesión Española y reconocida oficialmente como territorio bajo soberanía británica a raíz del Tratado de Utrecht (1713) fue durante más de setenta años una dependencia británica a lo largo del siglo XVIII. La presencia británica impulsó la economía de la isla y la ciudad de Mahón se convirtió en un centro comercial y de contrabando de primer orden en el Mediterráneo, desplazando a Ciudadela como capital, hecho que aun sigue vigente. La influencia británica se puede apreciar en la arquitectura local, en la gente, en algunos linajes como Victory, propios de la isla y de Gran Bretaña, también la influencia anglosajona se puede notar en el idioma y el campo, que cambió radicalmente después de la llegada de los británicos a la isla.
Durante la Guerra de los Siete Años, Menorca fue tomada por Francia (1756). Pero volvió a Gran Bretaña gracias al Tratado de París (1763). Durante la Guerra de Independencia de los Estados Unidos, que también involucró a Francia y a España, fuerzas franco-españolas derrotaron a las fuerzas británicas y recuperaron la isla el 5 de enero de 1782. Pero fue otra vez invadida por los británicos en 1798, durante las guerras contra la Francia revolucionaria. Fue entregada a España definitiva y permanentemente en 1802 por el Tratado de Amiens y se impuso el Decreto de Nueva planta como al resto de la Corona de Aragón y se empezó con la castellanización de la isla.
Menorca y Guerra Civil Española (1936-1939)
Menorca permaneció fiel al gobierno de la República, manteniendo la postura hasta la rendición de la isla en febrero de 1939, cuando una vez caída Cataluña, no quedó más remedio que abandonar este territorio, ya que Mallorca se había unido al bando sublevado desde el principio de la contienda.
Durante la guerra, se desarrollaron combates en la isla como los previos a la a rendición de Menorca en 1939 y un bombardeo a cargo de la aviación fascista italiana que también bomardeo por primera vez en la historia una gran ciudad desde el aire, Barcelona. Al final de la guerra en 1939, la marina británica supervisó una transferencia pacífica de poder en Menorca y procedió a la evacuación de algunos refugiados políticos.
Menorca y la «transición española»
Una vez muerto el dictador Francisco Franco, se produjo en España lo que se conoce como “la transición española” con la intención de modernizar el país y convertirlo en una democracia. Para las Islas Baleares esto supuso poder volver a tener autogobierno. Constituida ahora en forma de Comunidad Autónoma dentro del Reino de España, Baleares cuenta con un Estatuto de Autonomía donde se reconoce su lengua y su cultura propia. Para unos justo, para otros insuficiente, y para los demás, más que suficiente, la realidad es que aun no teniendo las cuotas de gobierno que el Reino de Mallorca mantuvo antaño, el Estatuto otorga a Baleares la gestión del archipiélago y tiene capacidad de regulación de muchas leyes que atañen al conjunto insular. La capital, llamada en otras épocas Ciutat de Mallorca, es ahora Palma de Mallorca, situada como su nombre indica, en la mayor de las islas, Mallorca.
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