Barcelona
Plaça de Catalunya en Barcelona
Si hay algún centro de centros en Barcelona, esa es la Plaça de Catalunya. Situada al principio de Les Rambles, del Portal de l’Àngel, del Passeig de Gràcia y del Carrer Pelai, las arterias más importantes del centro de Barcelona. La Plaça Catalunya está rodeada de bancos, salas de exposiciones, el centro comercial El Corte Inglés y el Triangle, donde se encuentra el FNAC y el Sephora, y puntos de encuentro de los barceloneses como el Hard Rock Café. Los hoteles son numerosos en esta zona de Barcelona.
Antes de tirar las murallas de Barcelona, la Plaça Catalunya era una explanada a las afueras de la ciudad, situada justo delante del Portal de l’Àngel, una de las entradas de la ciudad. Era un lugar ideal para establecer mercados al aire libre.
El plano urbanístico de l’Eixample, de Ildefons Cerdà, no incluía ninguna plaza, ya que quería que el Barri Gòtic fuera un barrio periférico igual que los demás. De manera que el centro de la ciudad se estableciera alrededor de la futura Eixample. Cerdà hubiera ubicado la plaza más o menos a la altura de la Gran Via de les Corts Catalanes.
En lo que hoy es la Plaça de Catalunya se empezaron a edificar cafés y teatros, pero en ayuntamiento decidió en 1882 que se ubicaría una plaza con motivo de la Exposición Universal de 1888. El ganador del concurso convocado por el Ajuntament de Barcelona, fue Pere Flaqués. Se expropiaron los terrenos y las casas que ya se había construido, pero el permiso no llegó hasta 1889, cuando ya había pasado la Exposición. En 1902 empezaron las obras.
Posteriormente, con motivo de la segunda Exposición Universal del Barcelona, en 1929, se rediseñó la plaza. El proyecto del prestigioso arquitecto modernista Puig i Cadafalch, fue substituido por el de Francesc Nebot. El visitante observará esculturas de diosas diseñadas por prestigiosos escultores de la época, tales como Josep Clarà, Pau Gargallo o Josep Llimona. Cada entrada de la plaza, presidida por estas esculturas, están dedicadas a las provincias catalanas: Barcelona, Tarragona, Lleida y Girona. Los escudos de las ciudades esculpidos en la piedra lo demuestran. Posteriormente, cunado llegó la democracia, se incluyó un monumento a Francesc Macià, símbolo del catalanismo político. El monumento, dos escaleras opuestas, es obra de Josep Maria Subirachs.
Durante el buen tiempo, muchos barceloneses aprovechan para sentarse en el césped de la plaza para comer o tomar algo. Sentados bajo las preciosas fuentes, se relajan mientras observan el movimiento continuo del ir y venir de la gente, en pleno centro de Barcelona.
Muchas veces se celebran conciertos en la Plaça Catalunya, especialmente durante las Festes de la Mercè.