Barcelona
Historia de Barcelona
Nos podríamos pasar horas y horas describiendo la historia de Barcelona pero intentaremos sintetizar lo mejor posible la información.
Barcelona nace hará unos 2 mil años como fortaleza militar de Roma. Será conocida como Barcino. En la época romana Barcino era una ciudad mediocre bajo los dominios de la imperial Tarraco, actual Tarragona. Con la ocupación visigoda durante el siglo V, se erige como la capital de Hispania. Poco tiempo le durará este privilegio en beneficio de Toledo.
Los musulmanes entran en la Península Ibérica el siglo VIII y serán expulsados en 1492 por los Reyes Católicos cuando conquistan Granada. Pero Cataluña fue ocupada relativamente poco tiempo. El rey franco Carlomagno hace recular a los musulmanes hasta la Marca Hispánica, coincidiendo más o menos con el curso del río Ebro. Desde este río hasta los Pirineos es donde se formarán los condados catalanes, vasallos del rey de Francia. Guifré el Pilós (Guidofredo el Peloso) se convierte en el primer conde de Barcelona en el siglo IX y la leyenda atribuye como su escudo las barras catalanas, “la senyera”, aunque Aragón no acaba de estar de acuerdo.
Un siglo más tarde los musulmanes saquean Barcelona y Borrell II, al no recibir ayuda del rey de Francia, decide declarar la independencia de los condados catalanes.
En el siglo XII el Principado de Cataluña y el Reino de Aragón se unen gracias a la unión dinástica del Conde de Barcelona y de la hija del rey de Aragón.
Durante este mismo siglo Cataluña ve fracasado su intento de unión con Occitania (la Provenza) al perder en la batalla de Muret frente a los franceses. Es entonces cuando la Corona de Aragón decide expandirse hacia el sur. Jaime I de Cataluña y Aragón conquista Valencia y Baleares a los musulmanes durante el siglo XIII. Más adelante, hasta el siglo XV, Aragón conquista Cerdeña, Nápoles, Sicilia, Malta, Atenas y Neopatria. Aún siendo Barcelona la ciudad más poderosa del Mediterráneo durante la Edad Media, la Corona de Aragón estaba constituida como un estado federal así, aun siendo Barcelona la capital del reino, Zaragoza gobernaba Aragón, Valencia el Reino de Valencia y Perpiñán el Reino de Mallorca y el Rosellón. Esto permitió que durante el siglo XV Valencia se erigiera como el centro económico-cultural de la Corona de Aragón, siglo que se conoce como el siglo de oro de las letras en lengua catalana, cuando Gandia (País valenciano) se erigió como la cuna de muchos escritores como Joanot Martorell.
Con el matrimonio de los Reyes Católicos en 1469, Fernando de Aragón e Isabel de Castilla, las Coronas aragonesas y castellana se unen bajo una misma monarquía, aunque ambos reinos conservan total independencia. Después de siglos de empobrecimiento, ya que el descubrimiento de América no benefició a Aragón. La conquista se consideró proeza de Castilla, aun habiendo sido pagada en su gran mayoría por los nobles de la Corona aragonesa. En 1700 muere Carlos II sin dejar descendencia y empieza la Guerra de Sucesión. La Corona Aragonesa se posiciona al lado del archiduque Carlos de Austria, mientras que Castilla lo hace del lado de Felipe V, nieto del rey de Francia. Cuando el resto de Europa se retira, Aragón se queda sola ante las tropas castellano-francesas. En 1714 cae Barcelona después de meses de batalla. El 11 de septiembre de 1714 se considera el día Nacional de Cataluña en conmemoración a los héroes catalanes de la batalla y a la normalidad con que al día siguiente los habitantes de Barcelona empezaron a trabajar y reconstruir la ciudad como si nada hubiera pasado. Pero sí pasó, Felipe V suprimió las instituciones de toda la Corona de Aragón, la anexionó como parte de Castilla y prohibió las lenguas oficiales del reino, el catalán y el aragonés, a favor del castellano.
Después de casi dos siglos en esta situación, en Cataluña se dio la Renaixença Catalana, el renacimiento catalán. Los intelectuales empezaron a preocuparse por la lengua y la cultura catalana, que era lo que hablaban día a día. Al carro se sumaron burgueses y voces críticas al centralismo español. Barcelona, que ya había iniciado su revolución industrial era rica y próspera en aquellos momentos.
En 1888 celebra su primera Exposición Universal. Se tiran las murallas y se construye l’Eixample, el ensanche y se derrumba la fortaleza de la Ciutadella, actual parque de la Ciutadella. El sentimiento catalanista va en aumento, a la par que el crecimiento de la poderosa burguesía barcelonesa.
El Modernismo irrumpe con fuerza y destacan figuras como Antoni Gaudí, Puig i Cadafalch y Domènech i Montaner, entre otros. Durante esa época Barcelona era un importante centro cultural y contaba con artistas como Picasso, Ramon Casas, Salvador Dalí, Miró, el matrimonio Delaunay, entre otros. En 1916, en clara contraposición al Modernismo, aparece el único movimiento artístico originario de Cataluña, el Noucentisme, Novecentismo, creado por Eugeni d’Ors, erudito catalanista en una primera etapa y franquista declarado en una segunda. Fue precisamente d’Ors quien prestigió el catalán al nivel de las lenguas de prestigio europeas.
En 1929 Barcelona celebra su segunda Exposición Universal bajo la dictadura de Primo de Rivera, y es cuando se inauguró el metro. Desde 1924 hasta 1931, período que duró el régimen, se volvió a prohibir el catalán y se suprimieron las instituciones catalanas, recientemente restauradas.
En 1931 se declara la república en España y Cataluña ve en este hecho un futuro esperanzador para sus aspiraciones. Se recuperan las instituciones catalanas como la Generalitat, se normaliza la situación de la lengua catalana, la Diputación de Barcelona y la Generalitat construyen ferrocarriles y hay preocupación por la cultura, con proyectos de nuevos museos.
Las aspiraciones de los catalanes se ven truncadas con la Guerra Civil Española (1936-1939). En 1939, el ejercito republicano es vencido y Franco entra en Barcelona. Aunque aún quedaban reductos republicanos, se consideró ganada la guerra, ya que el Madrid republicano había quedado totalmente aislado.
Franco volvió a suprimir las instituciones catalanas, prohibió el catalán y tomo duras represalias. Por desgracia no sólo en Cataluña, sino también en el resto de España. Aún así durante los casi 40 años que duró la dictadura, Barcelona supo reciclarse y aprovechó el boom del turismo de sol y playa de los 60.
Con la llegada de la democracia en 1978, el futuro se presentaba próspero. España había pasado de ser una república democrática, a una dictadura y, ahora, a una monarquía. Pero el futuro se mostraba esperanzador, tanto es así, que Barcelona celebró los primeros juegos olímpicos de España en 1992. Esto colocó a la capital catalana en el mapa mundial. Después de una recuperación económica evidente, se lavó la cara literalmente a la ciudad que ahora muestra orgullosa sus numerosos tesoros, cosa que hace que se haya bien ganado su sobrenombre de Perla del Mediterráneo.