Pallars Jussà, Pirineos
Salàs de Pallars
Salàs de Pallars es un municipio de la comarca del Pallars Jussà, Lleida, y cuenta con poco más de 350 habitantes. Salàs está situado al norte del territorio, lo que hace que se encuentre muy cerca de las pistas de esquí del Pirineo leridano y de la Val d’Aran. El entorno de este municipio es totalmente pirenaico y el visitante se encontrará rápidamente inmerso en la naturaleza de alta montaña.
Este municipio del Pallars es de los pocos que se ha mantenido inalterable al paso del tiempo, ni se ha ampliado durante los últimos cien años con ningún otro municipio fusionado como ha ocurrido con la mayoría de poblaciones del Pallars Jussà.
El Castillo de Salàs aparece en los documentos por primera vez el 840. Tomó una relevante importancia durante la Edad Media tanto cuando formaba parte del condado del Pallars, como cuando esta Casa se dividió en los dos Pallars, el 1055.
Las guerras y controversias han estado siempre presentes en este municipio pallarés. A partir de las guerras contra los reyes Juan II y Fernando II de Aragón, el castillo cae bajo las tropas del condado de Cardona, en el siglo XV. Desde entonces, Salàs de Pallars pasa a manos del nuevo marqués del Pallars, título que pasará a los duques de Medinaceli en el siglo XVII, hasta el final del régimen feudal.
Salàs de Pallars conserva su estructura cerrada de villa amurallada. En la plaza del mercado aún se mantienen los porche y las estrechas calles medievales.
Una curiosidad de Salàs la presentan sus casas. Parecer ser que la mayoría de casas antiguas que aún se conservan estaban conectadas por bodegas, lo que facilitó las escapadas y los escondites en época de guerra.
Cerca del municipio se encuentra la ermita de Sant Pere Màrtir, en medio del paisaje. Pero la construcción románica más emblemática es sin duda la iglesia de Santa Bàrbara Sensui, del siglo XI.
En Salàs de Pallars se celebró durante más de 600 años una de las ferias de animales de pie redondo más importantes de la Península Ibérica, y juntaba vendedores de mulas de todas partes. Se dejó de celebrar en 1960. Hoy en día, se celebra durante el mes de noviembre el Día de Rememoración de la Feria de Salàs, donde el protagonista es el caballo, y donde se realizan demostraciones de doma y exhiben preciosos ejemplares equinos.
Para los amantes de los deportes de aventura, Salàs de Pallars es un paraíso. Los amantes del senderismo se lo pasarán como niños. Además, hay infinidad de caminos que llevan al bosque, pequeñas iglesias y fuentes de aguas buenísimas. En el embalse de Sant Antoni y en el de Piolet, se pueden practicar deportes acuáticos.
Y no hay que decir que la gastronomía de alta montaña es excelente, siguiendo la tónica de todo el Pallars. Si os gusta la carne de caza y la escudella, Salàs de Pallars es un paraíso de este tipo de cocina.