Calella

Calella  es sin duda el pueblo más famoso de la comarca del Maresme, Barcelona. A menos de 50 Km de la capital catalana, cuenta con casi 20 mil habitantes y se sitúa entre Sant Pol de Mar y Pineda de Mar.

Calella  pasó a ser de un pueblecito de pescadores a uno de los destinos turísticos preferidos por los extranjeros del norte de Europa. El boom del turismo de los años 60 empezó aquí y fue seguido por otras localidades como Lloret de Mar o Blanes.

Oferta lúdico-cultural

Los hoteles en Calella  son muchísimos. Centro neurálgico de discotecas, pubs y bares, sobretodo en verano, hacen de Calella de Mar uno de los pueblos del mediterráneo con más turismo. Su oferta de restaurantes es muy variada y cabe destacar el “celler” (mesón) La Roda. Aquí, una familia del pueblo ofrece pollos a l’ast, embutidos ibéricos, mejillones de roca y pan tostado con tomate, en un ambiente totalmente encantador. Las mesas son y los taburetes son troncos y el servicio es muy amable. Es curioso ver como las paredes del local y sus mesas están llenas de las firmas de los clientes, algunas de los años 70! Esto hace que La Roda muestre una personalidad propia labrada a lo largo de los años. Ah, y se debe comer sin cubiertos!

Calella de Mar cuenta con una activa zona comercial llena de comercios, bares y heladerías de todo tipo concentrados en el “carrer Església” que se extiende desde el final de Pineda de Mar hasta la preciosa iglesia barroca y neoclásica de Santa Maria i Sant Nicolau.

Un distintivo característico de este pueblo mediterráneo es el Faro de Calella, el cual se divisa desde toda la costa norte del Maresme y están permitidas las visitas.

Playas en Calella

La playa de Calella  es extensa, larga y con aguas de calidad. Todas las playas de esta localidad del Maresme cuentan con chiringuitos y otros servicios como duchas. La playa del sur ha sido tradicionalmente encuentro de los amantes del nudismo.

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