Val d’Aran
Val d’Aran
La Val d’Aran, nombre en lengua occitana del Valle de Arán, es el último reducto de lo que un día fue la próspera Occitania, y conserva autonomía propia y cuenta con el occitano o provenzal como lengua oficicial, junto con el catalán y el castellano. Su gobierno depende de la Generalitat de Catalunya y cuenta con más autonomía que las comarcas catalanas, con competencias en materias como la educación. Hoy en día, un aranés podría hablar y entenderse con un occitano de la parte italiana o francesa, ya que las diferencias son dialectales, al igual que el catalán, el valenciano o el mallorquín, o el mexicano, el andaluz y el canario.
El provenzal es una lengua considerada prima hermana del catalán. Durante el siglo XIII, estos dos territorios presentaban unos lazos muy estrechos. Los poetas catalanes escribían en provenzal, ya que era considerada la lengua de prestigio. Fue el valenciano Ausiàs March quien rompió esta tónica con su poesía en lengua catalana-valenciana. Las relaciones eran tan fuertes que los dos países decidieron unirse, pero Francia no lo aceptó y se hizo con Occitania. Los catalanes salieron en su defensa, pero todo acabó con la muerte de Pedro el Católico de Aragón, y Occitania pasó a formar parte de la Corona francesa. Se prohibió el uso del provenzal y los poemas de los trobadores fueron considerados pecaminosos. Fue el principio del fin de una nación muy sensiblilizada con la cultura.
Pero por suerte, en la Val d’Aran, los occitanos cuentan con leyes y derechos para preservar su lengua y su cultura, un tesoro de poco más de 5 mil hablantes, y cuentan con un consejo general, el Conselh Generau d’Aran.
Historia de la Val d’Aran
En el siglo XI, el valle fue incorporado a la Corona de Aragón, pero fue pasando por varias manos durante más de un siglo. Finalmente, la Val d’Aran se incorporó definitivamente a Aragón en 1175.
La batalla de Muret significó la incorporación de Occitania a la Corona francesa y así se acabó la influencia catalana a este territorio. Pero la Val d’Aran continuó siendo aragonesa.
Durante el siglo XIII, el senescal de Tolosa invade el valle. El rey de Francia interviene y cede la Val d’Aran a Jaime II de Mallorca hasta que se resuelva el entuerto.
Pero en el siglo XIV, la Val de Aran se volvió a incorporar a la Corona de Aragón y se le concedió una administración propia o “privilegios”.
Este mismo siglo, el valle se cedió a los condes de Monzón, en Aragón, y en el siglo XV, el Parlamento catalán aceptó el ofrecimiento del Síndico (presidente de Aran) de incorporar el territorio a Cataluña. Pensemos que la Corona de Aragón, aun siendo un reino, se estructuraba de manera federal, y todos sus territorios gozaban autonomía propia.
Pero el dominio de Aran no acaba aquí y de 1430 a 1512, el valle pasó a manos francesas. Después de este período, Aran volvió a la Corona de Aragón. Aún y la pérdida de los fueros en todo el territorio de la Corona de Aragón después de la Guerra de Sucesión de 1714, la Val d’Aran no sólo no perdió sus privilegios, sino que los incrementó.
Durante la Guerra Civil Catalana, conocida como la Guerra de los Segadores, en el siglo XVI, Cataluña se puso bajo mando francés. Pero la Val d’Aran no estaba de acuerdo con esa decisión y un ejército compuesto por castellanos, aragoneses y los Miquelets araneses (artillería ligera del ejército catalán), se atrincheró en Vielha. Los soldados catalanes y franceses acabarían incendiando la ciudad.
De 1808 a 1815, el valle fue incorporado al departamento de la Alta Garona, en Francia.
En 1834, siendo ya española, el Conselh Generau dera Val d’Aran fue suprimido por Real Orden.
En 1978, una vez acabado la dictadura franquista, los araneses presentaron enmiendas al proyecto de Estatuto de Autonomía de Cataluña. Un año más tarde, los ayuntamientos de Aran se reunieron para reivindicar el restablecimiento de las Instituciones Históricas de Aran.
Después de varios años intentando dar forma a las demandas aranesas, en 1991 se escogió por primera vez el renovado Conselh Generau dera Val d’Aran. Pero ya desde la década de los 80, los araneses pueden aprenden con normalidad su lengua en los colegios. Hoy en día, en la Val d’Aran hay partidarios de continuar siendo parte de Cataluña con un régimen administrativo especial, pero hay otros que demandan ser una comunidad autónoma más del Estado español.
Pero, se presente el futuro que se presente, ¡ellos lo decidirán!