Barcelona
Montserrat
Montserrat es sin duda una de las montañas más bellas, curiosas y misteriosas del mundo. La versión científica es que Montserrat fue un día el delta de un río, cuando el mar se adentraba varios kilómetros más adentro de lo que lo hace hoy día. Prueba de su pasado como delta es su composición calcárea y sus restos fósiles de animales acuáticos como las almejas. Su misticismo ha hecho que el hombre haya especulado sobre su extraña fisonomía. Hay muchas leyendas sobre su creación, pero una explica que Dios mismo la esculpió para que los ángeles pudieran jugar.
Sea como sea, Montserrat no deja indiferente a nadie. Cerca de Barcelona y del mar Mediterráneo, Montserrat ostenta orgullosa sus cimas en forma de dedos, alberga un monasterio y un precioso santuario y es donde vive la Moreneta, la Virgen de Montserrat, patrona de Cataluña.
Cuenta la historia que dos pastores encontraron a la virgen negra en una cueva. Le construyeron una iglesia y se la llevaron ahí. Al día siguiente la virgen volvió a la cueva y el techo de la iglesia estaba destruido. Los pastores construyeron otra vez y volvieron a trasladar a la virgen. Al día siguiente la iglesia volvía a estar destruida y la virgen en la cueva. Fue en ese momento cuando se construyó una ermita justo donde está la virgen. En la iglesia que hay al lado del monasterio se encuentra la réplica de la Moreneta.
Son muy famosos en Montserrat los escolanets y las coques de vidre. Los escolanets son alumnos de la escolanía de Montserrat, el coro de chicos más antiguo de Europa. Cantan todos los días durante las celebraciones litúrgicas. Las coques de vidre son cocas muy finas recubiertas de azúcar quemado por encima. El mató es otro de los productos que se pueden encontrar.
Para los más exploradores es obligado tomar el cremallera que lleva hasta la cima. Ahí los largos dedos que se ven desde la falda de la montaña se vuelven enormes y bellísimos. Montserrat es sin duda una escapada en familia obligatoria.